Muy pocos cuentan las maravillas que puede ser en Tulum con familia!
Hace unos pocos meses Roberto nació y fue una de las mejores cosas que han pasado en mi vida! Uno de mis sueños de toda mi vida fue poder compartir con mi familia lugares con muchísima naturaleza y a sus pocos meses de vida nos aventuramos a viajar a Tulum para poder descansar unos días en un Paraiso como este.
No nos equivocamos, Tulum es un lugar perfecto para disfrutar con la familia.
Poder desayunar frente a la playa con unos colores maravillosos de las primeras horas a la salida del sol, disfrutar de una playa con la atención de la gente que trabaja en hotel que están muy pendientes de lo que necesitan los huéspedes como las típicas margaritas de Mexico. Tener la disponibilidad todo el día de subirme a un Kayak o practicar Snorkel en estas aguas muy tranquilas y con muchísima fauna.
Llegamos estos 4 días al Hotel Mereva ubicado a las afueras de Tulum donde nos prepararon todo lo necesario para que nuestro hijo de solo 5 meses pueda estar como en casa como una pequeña tina para el y una cuna para la noche.
Vista del Hotel
Las habitaciones del hotel son unas de las mas hermosas de Tulum rodeadas de naturaleza y con la mejor vista al mar, una pequeña piscina en cada una de las habitaciones con vista al mar con terraza para poder compartir con la familia en privado.
Uno de los días pudimos ir a pasear por Isla mujeres que queda a poco tiempo del hotel disfrutando de la tranquilidad del mar caribeño con una fauna marina que no nos dejaba de asombrar.
En mi ultimo día pude ir a un cenote ubicado a unos pocos metros del hotel donde me pude encontrar hasta un cocodrilo que vive en este lugar, un cenote donde no va mucha gente y donde el cocodrilo es el principal de la Película jaja.
Casa Cenote junto al Hotel
Los cocodrilos de estos lugares son muy tranquilos y no atacan a los turistas ya que están acostumbrados a compartir sus aguas, es la primera vez que encuentro un cocodrilo en el agua en un cenote de Mexico, estaba muy tranquilo “Panchito” viendo como pasaban los buzos por sus aguas sin mostrar algún interés en tratar de agredir a los turistas.
